El proceso de documentarse para escribir
Ninguna novela se nutre solo de fantasía. Siempre, en mayor o menor medida, hay que documentarse antes de escribir.
Hay novelas en las que se cuenta una historia de amor, la evolución de una saga familiar, una trama policiaca…, pero incluso en estos géneros, que parecen exclusivamente creados desde la fantasía, es preciso documentarse para no cometer errores. Admiro mucho a los escritores que son capaces de describir con fidelidad las situaciones, épocas, ambientes y fechas.
Cuando escribí Piel de agua, trasladé un poco de mi historia personal, de mi infancia, de lo que me habían contado mis padres y mis abuelos, a la trama de la novela. Me identifiqué plenamente con un personaje y atribuí características de gente conocida y próxima a la personalidad de varios protagonistas de esa narración. Aunque la trama de Piel de agua era inventada, tuve que indagar sobre las costumbres de la época en la que arranca la historia y documentarme sobre lo que era habitual y lo que suponía un escándalo en ese tiempo. Es cierto que los sentimientos humanos más profundos no cambian, por eso podemos hoy leer hoy a Platón o Aristóteles y entender sus planteamientos como si acabaran de escribirse, pero la sociedad sí evoluciona o involuciona, a veces de forma drástica, y hay situaciones que hoy nos parecen normales y que hace pocos años resultaban inimaginables.
El argumento de mi primera novela publicada, Días de sal, también salió de mi imaginación, pero eché mano de mis conocimientos de psicología y de la experiencia en este campo para no equivocarme. Por supuesto, tuve que consultar libros, hablar con colegas y recurrir a diversas fuentes conforme iba avanzando en su escritura.
La dificultad de la novela histórica
Las novelas históricas son especialmente complicadas porque requieren fidelidad a los hechos, localizaciones y datos para no caer en inexactitudes ni anacronismos, y a cada paso es necesario detenerse para contrastar y confirmar. En este caso, por más que la imaginación quiera volar, el escritor debe caminar necesariamente por el sendero que marcan los límites de la realidad. Esto ocurre en mi próxima novela: la historia es inventada, pero el marco en el que transcurre es real.
Soy especialmente despistada y, a veces, por trabajo, tengo lapsos muy largos entre un capítulo y otro. Me siento a escribir cuando puedo y no es raro que ya no me acuerde de lo que estaba pasando cuando tuve que abandonar precipitadamente la escritura. El proceso está siendo largo para mí, que suelo escribir deprisa, aprovechando el poco tiempo del que dispongo, pero mi tercera novela está casi a punto…
loli delgado
Animo lo que cuesta suele salir bien y dar resultados positivos Un besote