Celebremos la poesía
La Unesco ha declarado el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía. Tenemos muchos motivos para celebrarlo.
Los Días Internacionales son un buen pretexto para recordarnos que hay asuntos que no debemos dejar de lado. Y la poesía tiene su lugar entre esas fechas que los países del mundo consideran relevantes.
¿Por qué un Día Mundial de la Poesía? La Unesco nos dice que la poesía representa la diversidad en el diálogo. Verdaderamente, no hay nada tan libre como la poesía porque es una forma única de expresar los propios sentimientos.
La idea de esta celebración es apoyar la diversidad lingüística y recordar que en el mundo hay casi siete mil lenguas, un tercio de ellas en África, y que la mayoría están amenazadas. La poesía es una hermosa forma de contribuir a su preservación, porque en muchos casos se transmite de forma oral para deleitar, divertir, educar, enseñar.
La poesía es también un medio para aceptar que no solo existen múltiples formas de expresar la realidad, sino también infinitas realidades.
La poesía es necesaria
La belleza de la poesía está en sus palabras, en su métrica, en su ritmo, en su creatividad, pero también en que es capaz de hacernos reflexionar. Representa una bonita forma de comunicación entre padres e hijos (los niños adoran la poesía), y también una vía para llegar al otro, porque es pacificadora, nos une y nos alegra, tiene en sí misma todos los valores que peligran.
La directora general de la Unesco, Irina Bokova, ha dicho que «la poesía es una ventana a la diversidad excepcional de la humanidad». Salvar la poesía es salvar nuestro patrimonio.
La poesía es arte. En la página de la Unesco hay muy buenos recursos para celebrar el Día Mundial de la Poesía. Y añado uno más: regala y regálate un libro de poesía.