Emocionada en Sevilla
Estoy feliz con la presentación de «Duele la noche» en la capital andaluza. Quiero daros las gracias.
Esta semana se ha celebrado en Sevilla la presentación de mi tercera novela, Duele la noche. Pensé que iba a ser un acto entre amigos. Voy a menudo a esta ciudad, porque en ella está uno de los colegios del grupo educativo Miguel de Montaigne y conozco a muchas personas relacionadas con mi trabajo, que son más que compañeros y colegas, amigos. Pero cuando empezó la presentación me sorprendió ver que no solo había caras conocidas, sino también mucha gente nueva, interesada en los libros.
Parte de ese mérito lo tiene sin duda el presentador del acto, el periodista Joaquín López-Sáez Rodríguez-Piñero, director de la cadena COPE en Sevilla, que fue absolutamente maravilloso. Él es de esas personas que desbordan profesionalidad, hizo las preguntas oportunas, se había documentado a fondo, conocía qué decir en cada momento y, por supuesto, cómo decirlo. Gracias a él el acto fue tan ameno como un programa de radio. Sus intervenciones justas, breves y acertadas guiaron el acto de manera perfecta: el nacimiento de las ideas, el proceso creativo, el trabajo de escribir, mi historia personal, las dificultades para publicar por primera vez, la emoción cuando la editorial Penguin compró los derechos de mi novela Piel de agua para Estados Unidos, mi trayectoria personal y profesional, mi faceta como escritora… Y no solo es una percepción mía, mucha gente ha elogiado la labor del presentador.
Joaquín López-Sáez hizo además hincapié en que quienes nos acompañaban en ese día tan especial compraran mi novela. Se lo agradezco mucho. No solo porque el fin de todo escritor es ser leído, sino porque los derechos de venta se destinan a la Fundación Miguel de Montaigne, una entidad dedicada a mejorar la vida de los ancianos, quienes tanto necesitan del cariño y el afecto que todos les debemos, y que a la vez inculca valores de solidaridad y voluntariado en nuestros alumnos.
Muchas gracias a Joaquín y a todos los que me acompañasteis, a los que habríais querido estar y no pudisteis acudir, a los que me conocíais, a los que no, a los allegados, a Algaida, mi editorial, y a mi editor, a los lectores presentes y futuros… Y un reconocimiento especial para mis amigos Marga, Paco y Salva que se han ocupado de gestionar todo lo necesario para una presentación inolvidable.
Atentos a mi Facebook: subiré las fotos que tengo con vosotros. Un bonito recuerdo.