¿Leer en papel está pasado de moda?
Cuando uno viaja en transporte público con un libro en papel, rodeado de individuos con su e-reader, puede que se sienta… pasado de moda. ¿Has tenido esa sensación?
Es posible que solo sea una impresión subjetiva, ajena a la realidad, pero más de uno de mis amigos me han comentado lo mismo: parece que leer un libro en papel está pasado de moda, que pertenece a otra época, que denota que eres un antiguo. Es más, hasta tienen la sensación de que los e-lectores miran por encima del hombro a los papel-lectores.
Una conocida me comentaba que, cuando alguien «la pilla» con un libro clásico bajo el brazo suele hacerse el gracioso: «¡Ah, un libro en papel! ¿Todavía los venden?» o «¡No me puedo creer que tú no tengas e-reader!…». Eso si no la culpan directamente de la desertización del planeta: «Yo no quiero que corten más árboles por mi culpa…».
Por supuesto que resulta más cómodo viajar con la tableta o el e-reader en el bolso y sacarlo en cualquier parte, en las idas y venidas al trabajo, en las salas de espera, en el café… Máxime si uno está leyendo la típica novela tocho de 600 páginas. Pero hay circunstancias de todo tipo: un regalo, unas ganas de subrayar a mano, un gusto por la portada, una circunstancia o una opción.
Para jóvenes y no tan jóvenes
Algunos de mis amigos, aquejados por la presbicia que impone los años, sienten que si no fuera por el aumento que brindan las pantallas, les resultaría imposible leer. De hecho, conozco a una persona que apenas podía ver las letras con lupa y ahora ha vuelto a su afición lectora, fascinada por el gran tamaño que puede dar al texto con un solo movimiento de sus dedos. Tengo la impresión de que los mayores están especialmente encantadas con los e-books.
Puede que en estos tiempos de revolución editorial e informática los primeros en subirse al carro de las nuevas tecnologías se sientan superiores a los que van rezagados, aunque también es posible que el libro en papel se convierta pronto en un signo de distinción, algo así como una delicatessen. Veremos.
A mí me gusta leer en pantallas, soy compradora de libros digitales, no concibo mi trabajo sin ordenador y me costaría vivir sin mi tableta, pero también adoro el papel. Utilizo ambos soportes dependiendo del momento, de la situación, de lo que esté leyendo, del día… Por eso deseo que convivan los dos formatos, que pervivan para siempre, y que nadie se sienta demodé por ser un papel-lector.
