¿Escribir a mano o con ordenador?
Las voces de alarma han saltado porque la gente joven y no tan joven está perdiendo el hábito —y con ello la capacidad— de escribir a mano.
El uso de tabletas, teléfonos inteligentes y ordenadores está haciendo que el aprendizaje de la escritura manual se retrase, que se le preste menos atención y que pierda importancia.
Lo veo con mis alumnos: los más pequeños han aprendido antes a teclear su nombre en la tableta de mamá que a escribirlo torpemente con un lápiz; los adolescentes son capaces de escribir largos wasaps a velocidad de vértigo solo con sus pulgares, y en clases de bachillerato ya hay quien toma apuntes en su portátil o en su tableta en lugar de hacerlo en su cuaderno.
Todo esto está muy bien. Cuanto antes manejen las herramientas que van a tener que utilizar a lo largo de su vida, más destreza adquirirán.
El cerebro se usa más
Pero los científicos saben que escribir a mano es esencial para ejercitar el cerebro. En ese acto ponemos en marcha nuestras capacidades visuales, motoras y cognitivas más que cuando escribimos en un teclado, algo que se ha comprobado en laboratorio con la ayuda de imágenes cerebrales. Además, la capacidad para memorizar y fijar conceptos se incrementa cuando escribimos a mano.
Diversos estudios han comprobado que los niños son capaces de expresar más ideas y con un vocabulario más rico cuando escriben a mano que cuando lo hacen valiéndose de un teclado. Otra ventaja es que su creatividad se despierta y se amplía, mejora su motricidad fina, su destreza psicomotriz, la atención y la concentración.
En los estudiantes de todas las edades, escribir a mano les permite un aprendizaje más profundo y duradero, la representación mental se activa más rápidamente, además de ser una actividad dinámica en la que se añaden flechas, se tacha, se ponen llaves, círculos, subrayados, etc. Una función importante de la escritura a mano es que permite a pequeños y adultos mejorar su ortografía.
Escribir a mano es importante para los niños, pero también para las personas mayores. Los que estamos en medio debemos hacer esfuerzos para escribir a mano cada vez que nos sea posible: no perdamos nuestra destreza por falta de práctica.
La enseñanza de la escritura manual en el colegio debe seguir siendo una prioridad, ¡y que a ningún padre se le ocurra ni siquiera pensar que resulta una pérdida de tiempo!
La belleza de la escritura
Hay momentos para todo. La mayoría de nosotros no concebiríamos nuestro trabajo si tuviéramos que escribir a mano, sería una gran pérdida de tiempo. Y no digamos en el oficio de escritor: creo que no habría podido escribir mis novelas si no hubiera sido en el ordenador.
La escritura es un rasgo importante de nuestra personalidad, la letra puede decir mucho acerca de cualquier persona y también es, cómo no, una peculiaridad que puede causar rechazo o cautivar.
La escritura es, además, un arte. La caligrafía bella y, por supuesto, inteligible para que sirva fielmente a su fin, puede ser insustituible en una nota de amor para nuestra pareja, en un post-it con una frase cariñosa para nuestros hijos, en una tarjeta de ánimo para una amiga, en la dedicatoria de un libro…