Libros con sonido, el último invento
Después del libro electrónico y del libro interactivo, llega el libro con sonido.
Me topo con un artículo que habla de «libros con bandas sonoras» y me llama la atención. La verdad es que también me sorprendió eso de las bandas sonoras la primera vez que lo vi en la carretera. Me pareció curioso que se llamara igual la música de una película que las líneas rugosas que nos dan un susto de muerte cada vez que se nos va un poco el volante.
Por un momento imagino que el libro con bandas sonoras puede ser una alerta en esos momentos en los que vuelas de la letra hacia tus pensamientos, cada vez que te distraes de la página de estudio viajando a las musarañas o cuando el sueño te vence y no puedes seguir adelante con ese ensayo plomizo que te has propuesto leer… Pero no, aquí las bandas sonoras son música y efectos de sonido que van acompañando la lectura, algo así como esas novelas radiadas que escuchaban nuestras madres y que cuando la voz en off decía «la puerta se abrió lentamente», de fondo se oía un «rrrrriiiiiiiiiisssssshhhhh».
¿Leer libros o escucharlos?
Por un lado, la banda sonora mientras leemos puede venir bien. Por ejemplo, si un autor no es capaz de darnos miedo con una descripción literaria, bastaría una música aterradora de fondo, como aquella que acompañaba la memorable escena del apuñalamiento durante la ducha de Vivien Leigh en Psicosis, y nos aterrorizaríamos al momento; o si un capítulo transcurre en un escenario bucólico, a lo mejor resultaría más inspirador con un gorjeo de parjaritos y correr de aguas al fondo…
Pero sigo leyendo y el artículo y dice que el invento del libro con banda sonora no está perfeccionado, y que si uno no es capaz de leer al ritmo que el fabricante determina, la banda sonora circulará desfasada del texto, lo cual, intuyo, puede ser un verdadero desastre. No me imagino recreándome con un párrafo romántico y en vez de sentirme arropada con la dulzura de los violines, la música se me adelante a los tambores y aporrear de piano de la ruptura.
En fin, que por mí no se molesten: yo prefiero poner a los libros la banda sonora de mi imaginación.
milena
Esto es lo que nos faltaba…
Bien está, que en una película nos pongan banda sonora ¿pero en un libro…?
Totalmente de acuerdo contigo Estrella. Cuando leo un libro, me gusta pasar sus hojas, sentir con mis manos el tacto de las hojas, oler su aroma y por supuesto poner la música con la cual yo me sienta relajada y no la que decida el autor…………
Avanzamos demasiado rápido en tecnología y no da tiempo a saborear lo que inventan.
Por mí que tampoco se den prisa.
Un saludo.