Los libros de autoayuda ¿realmente ayudan?
Los libros de autoayuda tienen tantos fans como detractores. ¿Sirven para algo o no?
En el mundo editorial se venden como rosquillas los libros de autoayuda. Además, este género no conoce la crisis, porque su demanda aumenta en paralelo al malestar social; o sea, lo normal: cuando estamos enfermos es cuando necesitamos medicinas, y no antes.
Existen muchos detractores de los libros de autoayuda, algunos puede que sientan celos de su éxito y otros simplemente se resisten a bajar de su pedestal de intelectuales. Yo no soy aficionada a este género, pero supongo que, como en cualquier otro, habrá libros buenos y libros malos.
Ahora, la prestigiosa revista British Medical Journal acaba de publicar un estudio que revela que, en casos de depresión, los tratamientos denominados «de baja intensidad», como los libros de autoayuda, pueden ser beneficiosos. El estudio ha sido realizado con casi 2.500 pacientes afectados de depresión, en distintos grados, y parece que a todos les vino bien leer libros de autoayuda.
Yo no temo que estos libros me quiten la clientela (como mis amigos y lectores saben, soy psicóloga), y si alivian en algo a sus lectores, bienvenidos sean. Pero sí hay que recordar que no deben tomarse como la única solución a los problemas, sino como un «tratamiento coadyuvante». Desde luego, no creo que los libros de autoayuda tengan contraindicaciones; en el peor de los casos, podrán dejar al lector igual que estaba.