Todos a la biblioteca
Hoy, 24 de octubre, se celebra el Día de la Biblioteca, y no quiero dejar pasar la fecha sin mostrar mi apoyo y desear que las bibliotecas tengan una larga vida.
La celebración de Día de la Biblioteca es relativamente reciente, desde 1997. Ese año la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil quiso fijar el 24 de octubre en recuerdo de la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, una desgracia para la humanidad ocurrida en 1992.
La idea de esta celebración es, por supuesto, acercar la biblioteca a todo el mundo, pero también concienciar a los Gobiernos de la importancia de las bibliotecas, porque estos centros son cruciales para la educación y la investigación. Y su papel no es menor en la era de Internet y el acceso masivo a la comunicación; al contrario. Las bibliotecas no solo atesoran todos los documentos y libros físicos que van forjando nuestra historia, la del saber y el conocimiento, sino que también catalogan la información con criterios bastante diferentes de los de Google y sus posicionamientos de pago.
La informática no ha hecho que las bibliotecas pierdan relevancia, por eso hay que dotarlas de los soportes electrónicos apropiados, facilitar el registro universal y contribuir a que los lectores accedan a un contenido ilimitado, debidamente catalogado e indexado por los profesionales que se ocupan de ordenar la memoria del mundo.
Un verdadero hogar para todos
Las bibliotecas acogen a estudiantes, investigadores y lectores, que de otro modo no podrían acceder al conocimiento, con la consiguiente paralización del desarrollo científico, tecnológico, cultural…
Estamos en momentos difíciles para la economía en los que los recursos son finitos y el dinero público se administra con cuentagotas, pero los Gobiernos deben tener claro que las bibliotecas son prioritarias. Invertir en las bibliotecas no solo es una apuesta democratizadora del saber, sino que es invertir en el futuro de la humanidad.
¡Larga vida a las bibliotecas!