El mito de Narciso fue mencionado por primera vez en “Las Metamorfosis” de Ovidio, un poema épico romano escrito en el siglo I d.C., que relata la trágica historia de un hermoso joven que se enamora de su propia imagen reflejada en un estanque y termina muriendo de desesperación al no poder estar con su propio amor.

Desde entonces, este mito se ha convertido en una historia muy conocida, y cada vez estamos más familiarizados con el término «narcisismo político». Esto se debe a que cada vez hay más líderes políticos que buscan constantemente la atención y la admiración de los demás, utilizando estrategias de marketing y relaciones públicas para proyectar una imagen de superioridad y éxito. Esto puede tener un efecto devastador en el mundo de la empresa y de las personas.

Entonces, ¿cómo identificar a una personalidad narcisista? Según el psicoanalista austro americano Heinz Kohut, estas personas suelen tener:

Autoestima excesiva

Los individuos con características narcisistas tienen una autoestima inflada y desproporcionadamente alta. Tienden a exhibir una creencia exagerada y grandiosa de su propia importancia y habilidades.

Necesidad constante de atención y admiración

Los narcisistas de acuerdo con Kohut tienen una fuerte necesidad de ser el centro de atención y recibir constante admiración y reconocimiento por parte de los demás. Buscan ser elogiados y se sienten incómodos cuando no son el foco de atención.

Falta de empatía, aunque aparenten tenerla

Tienen dificultad para reconocer y comprender las emociones y necesidades de los demás. Son insensibles y no muestran preocupación real por los demás, a menos que les beneficie de alguna manera.

Añadiría Sigmund Freud, psicoanalista austríaco, también habló en su obra “Introducción al Narcisismo” sobre la auto admiración excesiva, el sentimiento de superioridad, el egoísmo en sus necesidades y de los logros, así como de la fantasía de poder, éxito y fama. Estas personas buscan constantemente situaciones en las que puedan destacar y ser el centro de atención.

Sin embargo, ¿qué hay detrás de una personalidad narcisista? El psicoanalista francés Jacques Lacan sostuvo que hay una fuerte fragilidad y vulnerabilidad que se esconde tras la arrogancia y seguridad. Esto se debe a la incapacidad de estas personas para aceptar sus propias limitaciones y debilidades.

Por lo tanto, cualquier crítica o evidencia de falla puede ser devastadora para su sentido inflado de sí mismo. Mas tarde Otto F. Kernberg añadiría “El narcisista se mantiene aferrado a su propia imagen idealizada, evitando enfrentar su verdadero yo y sus verdaderas necesidades emocionales”.

En el «narcisismo político» también entra en juego las consecuencias para la sociedad. Cuando los líderes están más enfocados en su propia gloria y poder que en el bienestar de sus ciudadanos, esto lleva a la corrupción, la desigualdad y la falta de transparencia en sus gobiernos.

Por lo tanto, es importante estar atentos a los signos de narcisismo político para tomar decisiones informadas y elegir líderes que estén verdaderamente comprometidos con el bienestar de la sociedad en lugar de solo con su propio ego y el efecto sobre los ciudadanos y las empresas.

Uno de mis filósofos favoritos Friedrich Nietzsche dijo: «El ego y el narcisismo son las cadenas que aprisionan al ser humano, impidiéndole alcanzar su verdadero potencial y limitando su capacidad de conexión con el mundo y los demás». Y yo estoy de acuerdo.

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