Con Ismael Cala, en la presentación de «El poder de escuchar»
Mi querido amigo Ismael Cala presentó anoche su libro «El poder de escuchar» en Casa América. Regaló a los asistentes una charla inteligente, abundancia de sentimientos, calidez y risas, como es él.
Ismael Cala es poco conocido en España, pero en Estados Unidos, Canadá y Latinoamérica es muy muy popular. Él es el presentador estrella de la CNN en español, no solo por su programa de máxima audiencia, sino por la intensidad de sus entrevistas, su habilidad como periodista y su gran calidad humana.
Se notan sus 25 años de experiencia en televisiones de Cuba, Canadá, México y Estados Unidos, pero lo que más destaca es su gran inteligencia. Se suele hablar de la seductora sonrisa de Cala, algo evidente, pero yo destacaría su mirada aguda, su capacidad para analizar la situación y desarmar a quien tiene delante. Yo tuve la inmensa suerte de ser entrevistada por él en Miami durante la promoción de «Piel de agua» en Estados Unidos.
En el currículum de Cala hay entrevistas a actores, músicos, futbolistas, famosos de todo tipo, y a presidentes como Evo Morales, José Mujica, Rafael Correa… Muchos de esos programas son antológicos, plagados de vivencias que ahora cuenta en «El poder de escuchar».
Os recomiendo su libro, subtitulado «La guía esencial en tu camino al éxito»; es un texto de autoayuda y también un interesante relato de muchas sus vivencias, una magnífica lección de superación personal.
¡Cómo es él!
Ayer, en una sala abarrotada de gente, que hubo ampliar para dar cabida al doble de público de lo esperado y dejar en la calle a muchos que no consiguieron entrar porque el aforo de la maravillosa Casa América de Madrid no daba para más, Cala se presentó sin prisas, dispuesto a hablar de todo, a responder a cualquiera que quisiera preguntarle, sin evitar ningún tema, sin dobleces, con sinceridad, como es él. La gente no quería que aquel momento mágico se terminara y los trabajadores de Casa América asistían sorprendidos a tanta devoción: «No sabemos quién es, pero parece muy famoso», comentaba un vigilante.
Pero lo más increíble fue que, después del acto, Cala anunció que todo aquel que quisiera una firma de su libro, hablar con él personalmente, hacerse una foto a su lado… podía acudir a otra sala y él les dedicaría su tiempo. Hubo largas colas. A mí me gusta dedicar mis libros, es un honor que me pidan una firma, pero lo de Cala es una muestra de paciencia y cariño infinito por la gente.
Con cada nueva persona que se acercaba a él, se levantaba, le daba un beso, un abrazo, la mano… miraba calurosamente, preguntaba cómo estás, de dónde eres, vives aquí cerca, desde hace mucho, qué quieres que ponga, es para ti, cómo te llamas, se escribe así… Luego se prestaba a hacerse fotos con el móvil de este seguidor, con el de mi amiga, con el de mi novio, ahora una foto com mi pareja… Adorable. ¡Cómo es él!