Lo que tus libros dicen de ti
Hay gente que, cuando entra en una casa, se fija en la tele, en el sofá… Yo me fijo en los libros.
Incluso cuando veo una foto en el Hola! miro a ver si se aprecia alguna librería en el salón de tal o cual famoso y si la marquesa de turno posa delante de una colección de jarrones chinos o de Los Episodios nacionales de Pérez Galdós. No lo puedo evitar.
Los libros que uno posee dicen tanto de él como la ropa que lleva puesta. Con un solo golpe de vista puedes hacerte una idea de cómo es esa persona, su curiosidad, su sensibilidad, su interés por la literatura… Igual que creamos una personalidad diferente para quien ha elegido un atuendo formal que para quien viste deportivo, ropa holgada o ceñida, provocativa o recatada, colorista o discreta… podemos imaginar cómo es el propietario de la librería que tenemos delante.
Se me podrá decir que también por el modelo de coche es posible deducir cómo es el dueño… Sí y no. Los libros no son caros, diga lo que diga la gente. Un buen libro no tiene por qué costar ni la décima parte que unos buenos zapatos y en cambio posee la ventaja de que dura más y no se pasa de moda.
Las apariencias engañan… ¡y mucho!
Puede que nos equivoquemos con la primera impresión, y así ocurre a menudo. La psicología nos enseña que el vestido de cada es un poderoso lenguaje no verbal, pero las personas somos demasiado complejas e influyen numerosos factores en la elección del atuendo como para que podamos emitir un juicio certero sobre cómo es alguien con solo mirarle.
Lo mismo pasa con los libros. Me invitan a casa de alguien y miro hacia un lado y otro buscando su biblioteca. Adoro observar los títulos, ver qué ediciones posee, cuáles son las editoriales que destacan, cómo los tiene ordenados, qué géneros abundan más, si hay o no colecciones y recopilaciones, qué escritores elige…
Es probable que me equivoque, lo sé. Y sin embargo, me gusta hacerme una idea, idea que se me está viniendo abajo desde que la gente ha empezado a desprenderse de sus libros en papel y ya solo lee en formato electrónico.