¿Cuál será el futuro de las bibliotecas públicas?
La era digital auguraba un negro futuro para las bibliotecas públicas, pero todo apunta a que sabrán adaptarse a las demandas de los nuevos lectores.
Aquello de ir a una biblioteca, consultar un catálogo, pedir un libro, esperar que nos lo traigan, rellenar una ficha, leerlo en un tiempo determinado, devolverlo… puede pasar a la historia. O no. Será lo mismo, pero de otro modo.
Podía pensarse que con la llegada de Internet los lectores ya tienen el universo en su pantalla, no necesitan nada más que saber hacer búsquedas eficientes. Pero no todo el mundo posee un ordenador, no todo el mundo cuenta con una buena conexión a Internet y no todo el mundo puede acceder a determinados contenidos que sí pueden proveer las bibliotecas públicas. Eso sin contar con que, al igual que hay gente que prefiere acudir a una sala de cine para ver una película en vez de hacerlo en el sofá de su casa, también hay personas que gustan del espacio tranquilo y el ambiente intelectual de lectura, trabajo y concentración que se respira en una biblioteca.
Las nuevas bibliotecas
Los lectores, estudiantes, investigadores, escritores, científicos…, todos sin excepción podrán seguir encontrando un gran valor en el servicio de las bibliotecas públicas. No solo será posible recurrir al préstamo de libros electrónicos o en formato papel, sino también acceder a fuentes de información de pago o a plataformas que solo ofrezcan sus contenidos en estos centros como pueden ser las universidades, academias, institutos o cualquier lugar de estudios. Las bibliotecas públicas deberán ofrecer las últimas tecnologías, las mejores conexiones, un buen asesoramiento, un surtido fondo de publicaciones y, además, catálogos y colecciones de acceso restringido, códigos QR para que los usuarios puedan ampliar información, nuevas aplicaciones…
Por supuesto que una adaptación a las nuevas tecnologías requiere inversiones. Pero si se lleva a cabo la necesaria dotación, estoy convencida de que en la era digital el futuro de las bibliotecas públicas será mejor que nunca.