Cuatro de cada diez españoles no abren nunca un libro
La Federación de Gremios de Editores de España ha presentado La lectura en España. Informe 2017. Dice que los españoles no leemos más que antes ni tampoco lo que debemos. Es decir, leer lo hace todo el mundo, porque internet nos lanza contenidos constantes y porque el saber enciclopédico nunca había estado tan al alcance de todos como desde que existe la Wikipedia. Pero no leemos libros.
Ya he escrito en este blog sobre los beneficios de la lectura de ficción, que es un un entrenamiento para la empatía, un activador de la creatividad, una práctica para solucionar problemas, un instrumento para la tolerancia… y el mejor gimnasio para mantener nuestro cerebro en forma. Ahora se sabe que, además, leer alarga la vida.
El 92 % de los españoles se declara lector, pero el 40 % no ha leído ni un solo libro en el último año. Estamos en la era de la distracción, por eso cada día se alzan más voces acusando a internet de volvernos estúpidos. Y algo de eso hay. No basta con leer en la red contenidos breves, dispersos. Hay que dedicar un tiempo a los libros que requieren concentración, a las novelas.
Más letras que cifras
El magnífico informe de La lectura en España da para mucho (yo estoy en ello), con interesantes artículos y reflexiones. Arroja pocos gráficos y píldoras de consumo rápido, lo cual es un acierto, ya que defiende lo contrario. Presenta algunos datos desalentadores, como el descenso brutal de las bibliotecas públicas, especialmente acusado en Extremadura, mi tierra, donde hay 64 menos que en 2010, o la dolorosa disminución de los puntos de venta de prensa, de 26 089 a 22 367 en los últimos seis años.
En el informe aparecen estudios sobre las bibliotecas escolares, fenómenos como los clubes de lectura y consideraciones sobre los llamados nativos digitales. Cuenta también con algunos datos esperanzadores, como que la población de 14 a 24 años es mucho más lectora que la de más de 65 y que los universitarios y estudiantes presentan unos índices de lectura claramente superiores. También se constata que las mujeres leemos más que los hombres.
Frente al pobre panorama de estancamiento, cuando no de regresión, el mismo día de la presentación del informe se ha producido una buena noticia: el Gobierno acaba de anunciar un nuevo Plan de Fomento de la Lectura de aquí a 2020. Estaremos atentos.
