ESTRELLA FLORES-CARRETERO
MADRID

Soy psicóloga, profesora, empresaria y escritora, aunque no necesariamente por ese orden. Tengo tres novelas publicadas: «Duele la noche», «Piel de agua» y «Días de sal».

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El blog de Estrella

El verdadero secreto del éxito es el entusiasmo

By on 10/05/2023

En ocasiones, las empresas enferman de indolencia. La creatividad, la innovación, el afán de superación, la competitividad… desaparecen. Las personas se limitan a hacer lo que la inercia les exige, sin más. W. Chrysler decía que “El verdadero secreto del éxito es el entusiasmo” y yo también lo creo.

Un día observamos que entre los miembros del equipo existe cierta tendencia a escaquearse, a tirar balones fuera cada vez que caen en su propia área, aumenta el absentismo laboral y nos damos cuenta de que se oye resoplar más que antes. Las personas han perdido la motivación.

Todo líder debe permanecer atento a los signos que indican falta de entusiasmo, porque eso indica que la productividad va a resentirse y, con ello, que la empresa entrará en clara desventaja con respecto a su competencia.

Es importantísimo detectar ese estado en el que parece que nadie quiere hacer nada, aunque lo deseable es prevenir que llegue a ocurrir. Para levantar el ánimo de los empleados es preciso, ante todo, no dejar que aceche la insatisfacción.

En mi opinión, estos son los puntos que impulsan el gusto por el trabajo y mantienen alta la moral del equipo:

Facilitar oportunidades de crecimiento

Si los trabajadores saben que no existen posibilidades de promocionar, sino que su labor va a ser siempre la misma, será difícil mantener el entusiasmo en el tiempo. Las empresas están obligadas éticamente a ofrecer formación y disposición a los cambios y los ascensos.

Tienen que hacer saber que cuentan con el talento interno. Y no olvidarnos nunca lo que decía Lao-tsé “el valor de un acto se juzga por su oportunidad”.

Expresar gratitud

Cuando las cosas van bien, tendemos a creer que lo normal es que todo funcione correctamente, pero olvidamos que podría no ser así. Por más ocupados que estemos, hay que dedicar el tiempo necesario a valorar el trabajo bien hecho.

Y no basta con un cumplido de trámite, sino que conviene resaltar lo mucho que agradece la empresa el trabajo realizado, y expresarlo ante los compañeros, los superiores o los clientes.

Objetivos claros

Hay que tener objetivos para los años venideros, y también pequeños retos a corto y medio plazo, para conseguir una meta mayor. Nada anima más a las personas que tener metas alcanzables; eso estimula el esfuerzo por llegar a ellas y superarse cada día.

Respetar siempre que se pueda, la conciliación de la vida personal y laboral

Pedir un esfuerzo de horario o de trabajo no puede ser más que una excepción. Cuando se solicitan demasiados sacrificios, se genera resentimiento. Los empleados deben saber que la empresa quiere su bienestar cuando llegan a casa, que no cuenta con que estén siempre disponibles, si el tipo de trabajo no lo requiere y que acepta sus necesidades particulares de horarios porque tiene en cuenta a sus empleados y también a sus familias.

Preguntar y estar atento

Para que la indiferencia no se instale en el ambiente, hay que pedir opinión y escuchar, hablar con todos y con cada uno, comunicarse abiertamente, preguntar qué los retiene en la empresa, qué cambiarían si estuviera en su mano, cómo les gustaría mejorar sus condiciones de trabajo, etc., etc.

Tener en cuenta los detalles

Los pequeños gestos suponen una caricia emocional, y precisamente por eso son los más valorados. Llevar un dulce para compartir en el lugar de trabajo, preguntar por las personas enfermas de la familia, por el estado personal, son detalles que transmiten que a una corporación le importan las personas.

Aldous Huxley decía que “El secreto del genio es llevar el espíritu del niño hasta la vejez, lo que significa no perder el entusiasmo nunca”. Hagamos que surjan esos genios que están por descubrir, que tenemos a nuestro lado sin habernos dado cuenta y los llevemos a buen puerto con sus motores llenos de entusiasmo.

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