Los estudiantes prefieren los libros impresos
Una encuesta realizada entre estudiantes norteamericanos revela que prefieren estudiar en libros impresos, no en pantallas.
El estudio ha sido realizado por Student Monitor, una empresa de análisis de mercado centrados en el sector universitario. Entre otros muchos datos, aportados por 1.200 estudiantes de 100 instituciones diferentes de educación superior, la encuesta revela que la inmensa mayoría prefiere los libros impresos para estudiar, hacer problemas, leer en clase, consultar…, pero no para realizar búsquedas; ahí necesitan su ordenador, a ser posible, portátil.
Puede que estos datos se deban a que los universitarios de ahora mismo todavía no son nativos digitales, pero tal vez estas encuestas cambien en unos años. También pesa la costumbre, el hábito de usar libros impresos en el ámbito académico desde la infancia a la edad adulta. Sin embargo, por el momento, numerosas investigaciones afirman que las pantallas están hechas para la diversión, las búsquedas rápidas, la información, las lecturas breves…, mientras que el papel propicia la interiorización, memorización y aprendizaje de contenidos. No solo por la posibilidad de subrayar, tomar notas en los márgenes, manejar un soporte físico, sino porque nuestro cerebro no funciona igual cuando leemos en pantallas que cuando manejamos un libro. Es lo mismo que tomar apuntes en el portátil o tomar apuntes a mano, algo que mejora la posibilidad de aprender lo que anotamos.
En proceso de adaptación
Como hace todo animal inteligente, los humanos tendremos que adaptarnos al cambio, y quizá cuando transcurran unos cuantos años de uso y abuso de soportes digitales, nuestro cerebro cambie. Pero no sé si las pantallas llegarán a sustituir a los libros, ni si en el futuro la biblioteca universal estará en un Kindle.
Creo que el papel tendrá siempre sus funciones y lo adecuado será estudiar en el libro con el ordenador al lado, porque ambos suman, no compiten.
Una cosa sí tengo clara, y es que estudiar en el ordenador o la tableta distrae. Al menos yo, cuando lo intento, me veo cada poco en mi Facebook o en mi Twitter preguntándome: ¿qué estaba yo buscando?