Restotecas, para comer y leer
Algunos restaurantes de Madrid se han sumado a la iniciativa de regalar una novela a los comensales.
Hace poco compartí en mi Facebook la noticia de una Feria del Libro y la Gastronomía que se celebraba en Buenos Aires. Me llamó la atención no porque no conociera lo bien que últimamente se lleva el sector librero con el sector hostelero, asunto sobre el que ya había escrito en este blog, sino porque me satisface ver que los libros están presentes en nuestras vidas y también en nuestras mesas.
Creo que no soy la única que a veces hojea un libro o un periódico mientras come en un restaurante. En ocasiones, durante un viaje de trabajo o en situaciones en las que estoy sola en un lugar público, tener algo que leer me sirve de compañía en la mesa. Y eso que ¿a qué niño no le han dicho «mientras se come no se lee» o «deja ya el tebeo y ponte a comer»?
Postre de papel
La iniciativa denominada Restotecas consiste en elegir un restaurante asociado, reservar una cena especificando que es para «Cenas con historia» y, además de tomar el menú ofertado, ser obsequiados con una novela. Eso sí, hay que ir a cenar con alguien con quien uno se lleve bien, porque solo regalan un libro por cada dos comensales.
Los promotores de la idea se definen como apasionados de la gastronomía y amantes del cine, el teatro y la literatura. Opinan que todo está relacionado y que mientras uno come en buena compañía tiende al disfrute, la relajación, la conversación sobre sentimientos y el placer por compartir historias.
Yo creo que libros y cafés se llevan bien, y que cualquier iniciativa para acercar la literatura a la gente es siempre positiva. Pero además me gustaría creer que los agraciados con una novela se la van a leer sin pensar que es una baratija más, como el calendario de regalo de un restaurante chino.