Una cosa es inventar el Kindle y otra que te guste
El libro electrónico «es frío», opina Erik Schmitt, uno de los diseñadores del Kindle. Por eso sigue trabajando en mejorarlo.
Erik Schmitt ha confesado que él lee en papel y no en el artilugio en el que ha trabajado durante años. En su opinión, el libro tradicional no puede compararse con un dispositivo electrónico, porque no hay nada mejor que sujetar el libro en las manos, pasar páginas, buscar algo entre ellas o evocar recuerdos del momento de la lectura con solo ver la portada. Y lo que es más importante para Schmitt: las anotaciones hechas a mano en los márgenes de los libros impresos, un proyecto en el que ahora se afana con el fin de imitar esta posibilidad en el Kindle.
Los últimos datos
En España, el libro electrónico no crece. Se han vendido más libros en formato papel que en digital. En 2014 se publicaron 68.378 libros, un 3,6% más que en el año anterior, mientras que la edición digital se quedó en 20.263, y eso supone un 1,9% menos. El libro en papel representa un 75% del total, según los datos de la Panorámica de la Edición Española que publica el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Pero nuestro mercado no es el mundo. La Asociación de Editores de Estados Unidos ha dado a conocer que las ventas de libros electrónicos en febrero de 2015 superaron todos los otros formatos, incluyendo libros en rústica y tapa dura, y que han crecido un 202% en comparación con el mismo mes del año anterior. Es la primera vez que los e-libros han vencido a los tradicionales.
Futuro incierto
Nada más lejos de mis intenciones que confrontar el libro impreso con el libro electrónico, solo quiero reflejar que probablemente vayan a convivir durante mucho tiempo y dependerá del momento de la lectura y de cada lector la elección de uno u otro formato.
Creo que nadie puede aventurarse a predecir cómo leeremos dentro de 50 años. Si miramos cómo era el mundo hace medio siglo, el cambio ha sido abismal. Nuestros padres, nuestros abuelos, crecieron de niños en viviendas en las que apenas había luz eléctrica. ¿Podríamos ahora concebir la vida sin internet?
Hace poco escribí en este mismo blog sobre que los estudiantes prefieren libros impresos, según un estudio. Tal vez sea simplemente por la costumbre o quizá porque los libros digitales no son lo suficientemente buenos, cómodos, interactivos…
Pensemos que el Kindle nació en 2007 y aún es imperfecto, mientras que el libro tal como lo conocemos hoy tiene varios siglos de vida. Hay que dar tiempo al libro electrónico para que se perfeccione.