Afrontar sin temor la crisis en nuestras empresas
Siempre insisto en que el miedo se contagia tanto como los virus. Llevamos demasiado tiempo pensando en cómo afrontar un momento económico que ya es parte de un proceso mundial, aunque el efecto esté en las economías de cada familia.
Es lógico estar asustados y como en la pandemia, es obligación de todos y cada uno de nosotros el intentar ayudar también a superar la profunda herida económica que nos afecta a todos. Hay que actuar con responsabilidad y sin temor.
No podemos dejar que la situación cree en la gente lo que los psicólogos llamamos “indefensión aprendida”.
Esto es tener la sensación que, hagas lo que hagas nada va a cambiar. Se trata de aceptar la realidad y de afrontarla para correr menos riesgos.
Las empresas tienen un papel protagonista en el liderazgo hacia la recuperación. Su labor debe ser garantizar, junto con la productividad, la salud de sus empleados y de la sociedad a la sirven. Para ello es importante…
Anticiparse en la comunicación
Hay que mantener una línea fluida, abierta y constante de comunicación con los empleados para conocer cuáles son sus inquietudes, en qué estado emocional y personal se encuentran, qué les preocupa, y tomar buena nota para adoptar las medidas adecuadas y hacerles participe de la situación.
Ofrecer confianza
Los líderes empresariales tienen que informar a sus empleados de la situación en la que se encuentra la Organización, para que todos sepan el camino adoptado y cambiar el rumbo si surgen nuevas necesidades.
Es esencial implementar lo necesario, no solo para adaptarse a la legislación, sino para cuidar lo más importante: las personas.
Mantener la productividad
La empresa debe primar la productividad, pero si es necesario por las circunstancias, tal vez sea el momento de redistribuir funciones. El bienestar de los equipos resulta decisivo para su compromiso laboral y, por consiguiente, para el éxito empresarial.
Cuidar las emociones
Los líderes empresariales tienen que detectar las situaciones emocionales delicadas. Es primordial que se comuniquen con los equipos y conozcan sus sentimientos, que les brinden apoyo y que establezcan medidas para mantener la unidad y trabajar todos con el objetivo de ayudar a las corporaciones que en definitiva es el propio empleo.
Víctor Hugo decía: «Todas las situaciones críticas tienen un relámpago que nos ciega o nos ilumina.” Y debemos estar pendiente para llenarnos de luz, porque en mi opinión las crisis siempre potencian los cambios, y aquellos que parecen más complicados pueden evolucionar deprisa, pero hemos de estar bien despiertos y preparados para ese salto limpio hacía el crecimiento.