ESTRELLA FLORES-CARRETERO
MADRID

Soy psicóloga, profesora, empresaria y escritora, aunque no necesariamente por ese orden. Tengo tres novelas publicadas: «Duele la noche», «Piel de agua» y «Días de sal».

Duele la noche
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El blog de Estrella

Anticipación empresarial para combatir la desmotivación

Por el 30/06/2022

La moral motivacional en un equipo puede reducirse paulatinamente, caer de forma repentina o fluctuar como una ola. En cualquier caso, hay que estar atentos para detectar cómo se siente la gente con relación a su trabajo y poner remedio antes de que se produzca la insatisfacción, el aburrimiento y la tendencia a eludir las responsabilidades. 

Los indicios de una alta desmotivación moral son claros. Se aprecia falta de energía, resistencia a los cambios, retraso en la entrega de trabajos, rechazo hacia todo esfuerzo extra, incremento del absentismo laboral, aumento de los rumores… 

Para no dar lugar a que esto ocurra, hay que anticiparse y estar alertas cuando se produzcan algunos escenarios que van a favorecer, inevitablemente, la baja moral, como son los cambios de líderes y estilos de liderazgo, las fusiones con otras empresas, la reasignación de responsabilidades, los despidos o la adopción de nuevos procesos y diferentes programas informáticos. 

Cultura laboral positiva.

Toda empresa debe tener clara su misión, visión y valores. Puede que uno crea que no necesita esta declaración por escrito o que basta con que esté ahí, en el «quiénes somos» de la página web. Pero tener clara nuestra identidad corporativa no es lo mismo que redactar unas frases con más o menos acierto. La cultura empresarial se practica cada día, cada momento, orienta todas las acciones, en los buenos momentos y en las crisis que toda empresa afronta. No son meros lemas en un póster, sino maneras de actuar que deben interiorizarse y discutirse constantemente.

Liderazgo proactivo.

Las personas encargadas de mantener la motivación moral de los equipos deben ser conscientes de su responsabilidad para lograr que la gente, el principal activo, se sienta satisfecha con su trabajo y apoyada por su empresa. La comunicación tiene que ser fluida y continua para involucrar a las personas, mostrar confianza y ofrecer diálogo, brindar formación y apoyo, facilitar su bienestar y recibir feedback sobre cómo podríamos hacerlo mejor. 

Responsabilidad y autonomía.

Los directivos, aunque supervisen, deben depositar la confianza en sus empleados, porque solo así sienten sus responsabilidades y además, evitan dañar la moral motivacional, porque de algún modo, transmiten que confían en ellos, que creen en sus habilidades y capacidades para gestionar por sí mismos. Es preciso formar a las personas para poder darles poder, permitirles tomar decisiones y beneficiarse de su creatividad y conocimiento. De este modo, se sentirán valorados y su moral motivacional irá in crescendo.

Cuidado emocional de las personas.

La baja moral coincide siempre con situaciones de cambio que los trabajadores viven como una pérdida con relación a su situación anterior. Entiendo que la evolución en la empresa no puede detenerse y que es preciso buscar la adecuación al mercado para ser competitivos, pero justo en esos procesos es cuando hay que cuidar a la gente, detectar quiénes son los que más sufren ante una nueva situación y compensar y cuidar emocionalmente de ellos porque, en palabras del empresario norteamericano Larry Page:

«Es importante para una empresa ser también una familia: que la gente se sienta como parte de la empresa y la empresa sea una familia para ellos».

No olvidemos nunca que los ingredientes que impulsan la moral de los trabajadores son cariño, respeto, formación, responsabilidades, apoyo y reconocimiento.

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