Bibliotecas, qué lugares
Hoy, 24 de octubre, se celebra el Día Mundial de las Bibliotecas, esos refugios del intelecto que almacenan nuestra memoria.
No podía dejar pasar este día tan importante para la humanidad sin hacer mi modesta contribución. El 24 de octubre de cada año se declaró Día Mundial de las Bibliotecas a raíz de la destrucción de la biblioteca de Sarajevo, un edificio que albergaba más de un millón y medio de libros, muchos de gran valor. La biblioteca fue reducida a cenizas para vergüenza del mundo. Ahí nació el término memoricidio, que define la destruccion de los bienes culturales de un pueblo. La biblioteca de Sarajevo es un símbolo de nuestra barbarie, como lo es cada vez que una biblioteca, por pequeña que sea, desaparece.
¿Para qué sirve una biblioteca?
El papel de las bibliotecas, ahora tambaleantes por la crisis económica y por otra mucho mayor que es la tecnológica, no puede ser secundario porque en la concepción de la biblioteca misma están todos los valores que profesores, padres y la sociedad entera debemos transmitir a las nuevas generaciones.
Las bibliotecas suponen la socialización del saber, ponen a disposición de todos, con independencia del valor adquisitivo de cada uno, los libros que no podemos comprar.
Las bibliotecas transmiten el placer del conocimiento, esa sensación única de saber, de descubrir… Propician el despertar de la curiosidad.
Las bibliotecas nos permiten practicar la reflexión.
Las bibliotecas albergan diversidad de opiniones, lo que nos conduce a respetar el pensamiento de los demás, la tolerancia y, con ello, el enriquecimiento personal.
Las bibliotecas nos enseñan a compartir, a apreciar el derecho al silencio, a cuidar lo que es de todos.
Las bibliotecas nos ofrecen un espacio apropiado para el estudio, algo que no siempre tenemos en casa.
Las bibliotecas, nos permiten ensayar destrezas necesarias para la vida personal y laboral: búsqueda de información, selección, evaluación, asimilación…
Las bibliotecas no solo nos ayudan a aprender, sino también a aprobar. Suelo decir a mis alumnos que una importante habilidad para la vida se descubre en las bibliotecas: ahí aprendemos a encontrar lo que buscamos. ¿Hay algo más necesario?
Apoyemos todos
Las bibliotecas y los profesionales que en ellas trabajan están haciendo un enorme esfuerzo por adaptarse a los nuevos tiempos y ofrecer préstamo de libros digitales, más y mejores conexiones a Internet, horarios ampliados… Los padres, profesores, alumnos, políticos, ciudadanos todos, tenemos que utilizarlas cada día más, apoyarlas, cuidarlas, nutrirlas y disfrutarlas. Las pequeñas y las grandes, las del barrio, las del colegio, las de la universidad… No solo hoy, que ofrecen actividades festivas y conmemorativas, sino todos los días del año.
«Bares, qué lugares tan gratos para compartir», dice la canción, y parafraseando: bibliotecas, qué lugares tan gratos para compartir, para aprender, para soñar, para reflexionar, para practicar tolerancia y respeto, para alimentar nuestra mente, para crecer, para vivir… Felicidades a las bibliotecas y a los bibliotecarios.