Cómo cumplir los buenos propósitos
Seguro que antes de que acabara el año nos habíamos hecho un montón de buenos propósitos. Ya está en marcha 2016 y… ¿los estamos cumpliendo?
Estas fechas de aniversario en las que todo parece repetirse marcan un punto de inflexión en nuestra vida que nos permite reflexionar sobre lo que queremos cambiar de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Y eso es bueno, dice mucho a favor de nuestra situación emocional: queremos avanzar y sentirnos más a gusto. Da igual cuáles sean los propósitos: dejar de fumar, adelgazar, aprender inglés, ir al gimnasio… el objetivo es, en definitiva, mejorar. Por eso es muy saludable fijarse metas cada año que empieza.
¿Pero qué ocurre cuando nos hemos propuesto algo repetidamente y nunca llegamos a cumplirlo? Es posible que lleguemos a tener la sensación de fracaso y abandonemos incluso ya antes de que finalice el mes de enero.
Para evitar caer en el desaliento, propongo algunas medidas:
- Fijarse objetivos concretos. Mejor decir voy a dejar de beber en casa y me limitaré a tomar algo solo cuando salga con amigos que prometerse llevar una vida sana en 2016.
- Establecer metas realistas. Voy a dominar el inglés este año puede que sea imposible, pero voy a estudiar cada día 15 minutos de inglés sí es realizable.
- Acotar periodos de tiempo. No es lo mismo decir para 2016 adelgazaré 10 kilos que centrarse en voy a perder un kilo en enero.
- Tener motivación. La motivación lo es todo en la vida y es lo que nos mueve para alcanzar metas y establecer compromisos. Hay que recordarse a menudo dónde queremos llegar y por qué.
- Olvidar el calendario. El año empieza cuando tú quieras. Si no has conseguido hacer lo que te habías propuesto en enero, no esperes a diciembre para fijarte un nuevo reto (o el mismo de siempre). Establece otro día y vuelve a intentarlo todas las veces que necesites.
- Perseverar. Solo a fuerza de repetir un día y otro aquello que nos cuesta podremos convertirlo en un hábito; cuando lo logremos, estará incorporado a nuestra vida y nos resultará muy sencillo.
- Ser valientes. La vida no es fácil, las cosas cuestan, claro, pero eso hace que la victoria sea aún más dulce cuando llega. ¡Ánimo! (a todos y a mí misma).
