Delegar en el liderazgo
Las organizaciones no pueden depender de una sola persona que lidere solo los proyectos, por eso, es importante guiar la empresa aprendiendo a delegar en otras personas, lo que implica liderar a líderes. Cuando hablo de liderazgo, siempre me viene a la cabeza esos padres que no esperan a que sus hijos ejecuten algunas tareas por sí mismos, sino que se ocupan ellos porque, dicen, así tardan menos o por una falsa protección.
«Te visto yo, porque tú lo haces mal»; «te he preparado la habitación porque así acabas antes»…Con esto consiguen que los hijos renuncien a esforzarse, que no sean autónomos y sobre todo que no aprendan a tomar decisiones ni a resolver problemas; en definitiva, que no asuman responsabilidades. Las personas educadas así siempre esperarán que los demás le hagan todo porque “se lo merecen” y acaban siendo auténticos despostas con el poder.
En el mundo empresarial ocurre lo mismo. Los líderes que no tienen tiempo para nada, que todo lo controlan, que se sienten desbordados y parecen insustituibles quizá estén confundiendo liderazgo con acumulación de poder. A la larga, los líderes que no delegan ponen en peligro la empresa, porque a fuerza de acumular todo el saber y el poder y, si ellos faltaran, serían muy difíciles de sustituirles.
Algunas de los efectos de delegar y ser buen líder desde mi punto de vista son:
Eficiencia
Permite distribuir las tareas de manera equitativa, lo que puede agilizar el proceso y aumentar la productividad del equipo.
Desarrollar de habilidades
Al asignar responsabilidades a los miembros del equipo, les brindas la oportunidad de ampliar nuevas habilidades y crecer profesionalmente.
Fomentar la credibilidad en las personas
Delegar demuestra confianza en los miembros del equipo y les motiva a asumir más responsabilidades, lo que puede aumentar su compromiso y satisfacción laboral.
Enfocar correctamente las tareas estratégicas
Al estar seguro de las personas los líderes pueden concentrarse en actividades más estratégicas y de mayor importancia para el éxito de la organización.
Y un buen líder no piensa en sus propios intereses, sino en los de la corporación que lidera. Decía Bill Gates que «El arte de liderar consiste en delegar lo suficiente para que otros se sientan empoderados.» Y yo creo en eso.
Jennifer Dulski, jefa de grupos de Facebook, dice que, a la hora de tomar decisiones, los jefes deben adoptar la regla del 90/10; esto es, ellos se ocupan solo del 10 %, porque del 90 % restante puede y debe hacerse cargo su equipo.
Un jefe que no sabe delegar transmite: Prepotencia. Su pensamiento es «yo lo hago mejor que nadie». Tal vez sea cierto, pero ni la mente más brillante puede abarcarlo todo si quiere crecer.
Evolucionamos junto a los demás, no al margen de ellos. Falta de confianza en sí mismo. Los equipos solo pueden implicarse con la empresa y sentirse motivados si su iniciativa es valorada y se les otorga autonomía. Y para ello, mi sugerencia es:
Fomentar el crecimiento del equipo
Delegar tareas ayuda a desarrollar las habilidades de sus colaboradores, permitiéndoles asumir mayor responsabilidad y crecer profesionalmente.
Optimizar el tiempo y los recursos
Asignar las tareas según las capacidades de cada miembro del equipo, se logra con una distribución eficiente de las responsabilidades y repercute en la maximización de la productividad.
Promover la confianza
Esto motivará al equipo, y fortalecerá las relaciones laborales y un ambiente de trabajo positivo.
Evitar el agotamiento de las personas
Evita sobrecargar su propia agenda y permite concentrarte en funciones relevantes para cada miembro del equipo.
Estimular la creatividad y la innovación de otros
Al permitir que otros asuman sus obligaciones y compromisos, se promueve la diversidad de enfoques y la generación de nuevas ideas que podrían no haber surgido de manera individual.
Preparar a futuros líderes
Al transferir tareas el líder permite el crecimiento de sus colaboradores, por tanto, el resultado será la formación de posibles futuros líderes, lo que contribuye al éxito a largo plazo de la organización.
Saber delegar de manera efectiva es una habilidad clave para cualquier líder que busca optimizar el equipo y alcanzar el éxito en conjunto. Ken Blanchard dice que «delegar tareas te libera de la carga del trabajo para enfocarte en lo realmente importante: liderar y guiar a tu equipo hacia el éxito.» Y yo lo comparto.