La flexibilidad y la tolerancia claves en la empresa de hoy
Decía el gran filósofo alemán Immanuel Kant, que «la tolerancia es la actitud del sabio y la ambigüedad es la del necio». En la sociedad actual, la radicalización y la intolerancia son fenómenos preocupantes que se observa en ámbitos personales y laborales.
Los extremos en la radicalización e inflexibilidad llevan a divisiones cada vez mayores entre grupos de personas con opiniones o creencias opuestas. Esto está generando cada vez más conflictos, polarizaciones y dificultades para la convivencia pacífica. La intolerancia sigue siendo un problema presente. Cada uno de nosotros tanto en el entorno personal como en el laboral se puede marcar la diferencia siendo el ejemplo hacia los demás.
La educación, en la flexibilidad y en tolerancia son factores esenciales e importantes en un “mundo cambiante” como el que vivimos. Las empresas tienen que adaptarse a ese mundo. Siempre he dicho que, las empresas lo conforman personas y, las personas han de alcanzar ese entendimiento. Decía el gran filósofo Aristóteles, ya en el siglo IV a. C, que «la flexibilidad es la virtud más necesaria en tiempos de cambio», y yo estoy de acuerdo.
J. Piaget, psicólogo suizo reconocido en el campo de desarrollo de la inteligencia, define la inteligencia como la capacidad para adaptarse al medio y de construir estructuras mentales complejas en un proceso de flexibilidad mediante la asimilación y la acomodación de la información con el medio. Por tanto, la relación existente entre la inteligencia y la flexibilidad es interesante y relevante en contextos tanto psicológicos como en situaciones prácticas de la vida diaria y del trabajo.
Podemos afirmar que la inteligencia se define como la capacidad para aprender, comprender, razonar, planificar y adaptarse a nuevas situaciones de manera efectiva. La inteligencia está estrechamente relacionada con la flexibilidad, y la flexibilidad a su vez, está relacionada con la capacidad de adaptarse a las nuevas circunstancias de manera ágil y eficiente. Esto significa que, mentalmente las personas flexibles pueden analizar situaciones de manera crítica considerando diferentes perspectivas, encontrando soluciones creativas y siendo más efectivos con los desafíos.
Por tanto, la flexibilidad cognitiva permite cambiar rápidamente de una tarea mental a otra, pensar en diferentes aspectos de un problema y adaptarse a nuevas situaciones con facilidad. Y la flexibilidad implica estar dispuesto a cambiar de opinión o de enfoque cuando sea necesario, mientras que la tolerancia implica aceptar y respetar las diferencias, aunque no compartamos su punto de vista.
La intolerancia y la inflexibilidad en el lugar de trabajo son fenómenos preocupantes que tienen un impacto negativo significativo en la dinámica laboral, la productividad y el bienestar de los empleados. La falta de tolerancia y el surgimiento de actitudes radicales crea un ambiente laboral tóxico que afecta a todos los involucrados. Es crucial abordar estos problemas de manera proactiva para promover un entorno laboral inclusivo y respetuoso.
Esto puede incluir la difusión de ideologías extremas, conductas violentas o intimidatorias, o la promoción de discursos de odio. La radicalización genera un clima de inseguridad y desconfianza entre los empleados, así como socavar la cohesión y el trabajo en equipo.
Para abordar la intolerancia es fundamental:
Implementar políticas de formación y programas de diversidad e inclusión
Para que se que fomente el respeto mutuo, la empatía y la aceptación de la diferencia, hará que sea una gran empresa. La formación en estos campos es una herramienta efectiva y necesaria para promover una cultura de respeto en la empresa.
Establecer canales de comunicación abiertos y confidenciales
Para que los empleados puedan reportar situaciones de intolerancia o radicalización de manera segura y sin temor a represalias. La intervención temprana y la resolución constructiva de conflictos son clave para prevenir que estos problemas escalen y se vuelvan más perjudiciales.
En una organización ser flexible y tolerante supone mantener buenas relaciones interpersonales, afrontar los desafíos de la vida de manera positiva, ayuda a ser más abiertos y comprensivos con los demás. Porque como decía Lao-Tsé, filósofo chino, “en la flexibilidad está la victoria.»