La Inteligencia Emocional y la Inteligencia Artificial
Es una evidencia que la inteligencia emocional y la inteligencia artificial son dos áreas de estudio que no parecen estar directamente relacionadas a primera vista. Sin embargo, podrían tener un impacto significativo, en la forma en que se están desarrollando y utilizando en las tecnologías inteligentes en el futuro.
En términos de relaciones entre estas dos áreas se puede argumentar que la inteligencia emocional es necesaria para el desarrollo y uso de la inteligencia artificial, en particular, en lo que respecta al diseño y la implementación de sistemas que interactúan con seres humanos. Pero ¿suplirá esta inteligencia a la humana?
Imaginemos un robot con un sistema de inteligencia artificial que pueda detectar y responder de manera efectiva a las emociones humanas, podría aumentar significativamente su eficacia y utilidad, ya que un robot no tiene malos días, no ha discutido con su empleado o con su esposo/a. Y la cuestión es ¿qué preferimos?
Hay muchos países del mundo, gracias a los que es un reflejo de la “naturaleza interconectada”, que están utilizando algoritmos de aprendizaje automático que podría ayudarnos a analizar y comprender nuestras propias emociones, así como a identificar patrones o tendencias en cómo las manejamos y cómo impactan nuestro comportamiento y esto es muy positivo.
“La inteligencia artificial es la nueva electricidad» dice uno de los investigadores pioneros en este campo Y. Bengio. Nuestro mundo se está transformando de una manera tan fundamental como lo hizo la electricidad en el siglo XX.
La inteligencia artificial nos desafía a considerar, ¿cómo podemos aprovechar esta tecnología para crear un futuro mejor e impulsar soluciones innovadoras a los problemas globales?
Desde mi punto de vista hay mucho para aprovechar esta herramienta en el mundo de hoy que ya es una realidad presente, eso sí, debemos integrarla con cautela, para ello debemos tener en cuenta varias cuestiones:
Formar en inteligencia artificial
Los empleados de una empresa deben recibir formación en inteligencia artificial para comprender cómo funciona y cómo puede ser implementada en diferentes áreas de negocio. Esto mejorará su capacidad para utilizar y beneficiarse de la tecnología.
Desarrollar habilidades
Muchos trabajadores deben desarrollar habilidades que sean compatibles con la inteligencia artificial como la capacidad de analizar datos y tomar decisiones basadas en datos, o la habilidad para programar y trabajar con algoritmos de inteligencia artificial.
Comunicar y colaborar
La inteligencia artificial no puede reemplazar por completo el trabajo humano. Los empleados deben saber cómo colaborar y comunicarse de manera efectiva, tanto con otras personas como, con los sistemas automatizados.
Esto incluye la capacidad de interpretar los resultados de la inteligencia artificial y tomar decisiones basadas en estos datos.
Gestionar cambios de manera adecuada
La implementación de la inteligencia artificial en una empresa conlleva cambios que pueden afectar el trabajo y la dinámica de los equipos. Los empleados deben aprender a adaptarse y gestionar estos cambios de manera efectiva para garantizar el éxito del proyecto. Siempre, teniendo en cuenta los ritmos de las personas.
La inteligencia artificial no es una amenaza para la humanidad, sino una herramienta que puede ayudarnos a resolver algunos de los desafíos más grandes que enfrentamos como especie.» Dijo D. Hassabis. Pero hay que usarlo correctamente.
En esta era de la inteligencia artificial exige que los filósofos se pregunten cómo podemos asegurar que las decisiones tomadas por las máquinas sean justas y éticas. Tenemos que abordar preguntas fundamentales como; ¿cómo se pueden programar los valores éticos en las máquinas y cómo los humanos pueden controlarlos y supervisarlos? ” La inteligencia artificial no es buena ni mala en sí misma, lo que importa es cómo la utilizamos» Alan Turing.
