Amar tu trabajo es amar a tu empresa
Amar lo que se hace equivale a amar la empresa. Cultivar y practicar la filosofía de dar lo mejor de uno mismo en el trabajo es fundamental para lograr el éxito. Es esencial para las personas tener claro el trabajo que desean hacer en su vida, ya que, si desempeñan una actividad que no les gusta, se sentirán frustrados, sin motivación, atrapados y sin perspectiva de futuro, lo que generará estrés y ansiedad.
Si realizan su tarea diaria con pasión y compromiso, no solo estarán beneficiando a la organización, sino también a sí mismos, lo que impulsará el crecimiento profesional y personal de todos los trabajadores.
Desde mi punto de vista, una vez identificado el lugar donde se quiere trabajar, es importante poner en práctica ciertas actitudes:
Ser puntual
El éxito en cualquier trabajo comienza con la actitud correcta, y al llegar temprano se demuestra que se valora el trabajo y se respeta el tiempo de los demás. “El tiempo es un bien precioso, nunca lo despreciaremos en cosas que no nos lleven a nuestros objetivos”.
Mantener una buena actitud
Es fundamental mantener una actitud positiva y motivadora para hacer siempre el mejor esfuerzo.
Ser productivo
Es clave trabajar de la manera más eficiente y efectiva posible para prestar atención a los detalles y garantizar que cada tarea se cumpla con calidad, lo que permitirá que la empresa cuente con un alto nivel de rendimiento. “La productividad no es sólo una medida de éxito personal, sino también de la contribución que hacemos al mundo” decía J. Ruskin.
Ser proactivo
Hay que anticiparse a las necesidades de la empresa y ofrecer soluciones innovadoras, lo que aportará mucho más valor.
Colaborar con los compañeros
La colaboración es esencial para cualquier empresa, el trabajo en equipo es fundamental para aportar ideas y ayuda en la medida de las posibilidades, colaborar con los compañeros de manera sincera y positiva.
Aprender continuamente
Es fundamental mantenerse al día en las últimas tendencias y actualizaciones del mercado para mejorar habilidades y estar siempre al tanto de las últimas innovaciones y avances.
La historia está llena de empresarios exitosos que han destacado por el amor a su empresa y el compromiso con su trabajo y en los últimos tiempos Steve Jobs, Warren Buffet y Carlos Slim entre otros, han podido demostrarlo.
Cuando se ama y trabaja con pasión, el objetivo no es solo el salario, sino sentir el logro, el éxito profesional, la felicidad y la satisfacción con la vida. Como dijo D. McKay, «Trabajar con amor es construir una casa con pasión y cuidado, como si fuera para la persona que más amas».