Os presento mi club de lectura
Cada mes, uno de nosotros propone un libro. Lo leemos y quedamos para comentarlo, generalmente con una comida de por medio. Luego escribimos un resumen con las valoraciones de los miembros del foro, la fecha y el lugar del encuentro. Una actividad enriquecedora que todos cuidamos y mimamos.
Ya he hablado en este blog de las ventajas de tener un club de lectura, y de cómo compartí una magnífica experiencia con un grupo de lectoras venezolanas que se hacen llamar Bibliobellas (y que realmente lo son), que se pusieron en contacto conmigo a raíz de leer de mi última novela, Duele la noche.
Yo también tengo mi propio club de lectura desde hace más de 15 años. Ahora somos 14 miembros. Hay médicos, ingenieros, sociólogos, abogados, profesores…, los que más abundamos somos los psicólogos. Este grupo de lectores fue creado por Francisco Massó, mi maestro, quien introdujo en España el análisis transaccional, a quien tanto quiero y con el que comparto, además de una gran amistad, la afición por la literatura. Él fue quien me invitó a unirme a su Librofórum y a quien debo agradecer la buena acogida y la fortuna de estar aquí.
La mejor afición
El proceso de nuestro Librofórum es el siguiente: uno de nosotros propone un libro, todos lo compramos y, después de leerlo, quedamos para hablar de él. Entre los escritores elegidos, abundan los autores contemporáneos, como Rafael Chirbes, Roberto Bolaño, Svetlana Alexiévich, Muriel Barbery… Mis buenos amigos también han leído mis novelas y las hemos comentado en el grupo.
Solemos reunirnos en una agradable comida, generalmente, en casa de uno de nosotros. Todos aportamos algo para compartir en la mesa. Como somos viejos amigos, a veces acabamos charlando de cualquier cosa y alguien tiene que recordar que el objetivo de la cita era hablar de la novela que tenemos entre manos. Después, se encargan de escribir la crónica, con título, autor, valoraciones, comentarios y aportaciones de interés, lugar de la cita, fecha e, incluso, ¡las cosas ricas que hemos comido!
A mí me gusta mi grupo lector porque la amistad es importantísima en la vida, pero también me gusta porque nos obligamos a leer y la puesta en común es un buen ejercicio para escuchar a los demás, enriquecernos con sus ideas, ejercitar la memoria, practicar el análisis, imaginar…
Os lo recomiendo. Podéis crear un grupo de lectura entre amigos o sumaros a uno existente. Librerías, ayuntamientos, bibliotecas suelen estar encantados de admitir nuevos lectores y eso permite, además, conocer a gente diversa a la que solo une su afición lectora. No hay nada tan enriquecedor.