¿Se publican demasiados libros?
Hasta hace poco, España rondaba los 100.000 títulos nuevos cada año. Pero los últimos datos indican un descenso: estamos en los 75.000. Y pese a la bajada, a algunos les parecen demasiados.
Publicar en exceso implica, entre otras cosas, que los libros están muy poco tiempo en las librerías y que tienen tiradas minúsculas. Así ocurre que, a menudo, cuando un lector va a comprar una nueva novela que alguien le ha recomendado, no la encuentra en las librerías. Las editoriales ajustan las tiradas al máximo para no tener costes de almacenamiento ni devoluciones, pero las tiradas más pequeñas hacen que los libros sean más caros.
Las editoriales están para hacer negocio, aunque últimamente no sepan muy bien por dónde tirar. Unas prefieren sacar pocos títulos al año, muy escogidos; y otras eligen publicar todo lo que pueden con el fin de vender más. El proceso está claro: si fabricas un solo vestido, puede que no guste más que a un tipo de personas; si logras producirlos en muy variadas formas y colores, podrás llegar a más gente. Y hasta ahora las grandes editoriales se lo podían permitir.
Sin embargo, en estos momentos todo es confuso: nadie sabe hacia dónde va el sector editorial ni cuál será su futuro más inmediato. Asistimos a una crisis en el consumo general, y por tanto también en la compra de libros. Pero la buena noticia es que el formato digital continúa creciendo en ventas y eso, aunque tiene inconvenientes, también traerá muchas ventajas. Por ejemplo, el e-book elimina los costes de almacenamiento y el problema de los libros descatalogados. Además, ya nadie se podrá quejar de que se publica demasiado: cada autor podrá poner en formato digital sus propios libros si ese es su deseo. El único inconveniente de seguir así es que… ¿llegaremos a ser más los autores que lectores?
