¿Eres tímido? Puedes aprender a superarlo
Podemos combatir la timidez siguiendo unas determinadas pautas que nos ayuden a sentirnos cómodos en presencia de los demás.
La timidez, en general, va acompañada de sensaciones corporales como ponerse colorado, temblar o quedarse sin habla o sin respiración. Es la sensación opuesta a sentirse cómodo entre los demás.
Al igual que cualquier otra emoción, los sentimientos de timidez pueden ser leves, medios o intensos, según la situación y la persona. Hay una necesidad de dudar antes de intentar algo nuevo. En general, los tímidos necesitan más tiempo para adaptarse a la gente o a las situaciones nuevas.
Aproximadamente el 20 % de las personas tienen una tendencia genética natural a la timidez, y la desarrollan en mayor o menor medida en función de la interacción en la vida, porque la vida desempeña un papel importante en el aprendizaje de esta conducta.
Algunas personas quieren sentirse menos tímidas para poder disfrutar más de los eventos sociales y de estar con otras personas. Si estás intentando ser menos tímido, tal vez te ayuden estas pequeñas pautas, muy prácticas y concretas:
Superar la timidez requiere práctica. Las personas tímidas se dan a sí mismas menos oportunidades para practicar conductas sociales, ya que este prototipo de personalidad tiende a evitar estas situaciones y, por tanto, tiene menos esquemas internos mentales de lo que son las habilidades de comunicación. Por tanto, cuanto más practiques las conductas sociales, más fácil te resultará y más natural te sentirás.
Refuerza tu confianza dando pasos pequeños. Es normal sentirse incómodo cuando intentas superar pequeños retos, como invitar a alguien que te cae bien o te parece agradable, pero no permitas que la timidez te impida hacer lo que deseas.
Debes convencerte de que puedes lograrlo. Muchas personas aprenden a manejar la timidez. Debes saber que tú también puedes lograrlo.
La mayoría de las personas descubren que cuanto más practican las aptitudes sociales, más sencillo les resulta. Pon en práctica las habilidades sociales: la seguridad personal, la conversación, la simpatía y el lenguaje corporal seguro pueden ayudarte a superar la timidez, lograr más confianza y disfrutar más de las experiencias de todos los días.
Sí, pero ¿cómo consigo vencer la timidez?
1. Empieza a practicar con gente conocida. Es importante practicar conductas sociales como el contacto ocular, el lenguaje corporal que expresa seguridad, las presentaciones, las conversaciones triviales o hacer preguntas e invitaciones con personas con quienes te sientas cómodo; así aumentarás la seguridad en ti mismo. Luego prueba a hacer lo mismo con personas que no conozcas tanto.
2. Imagínate conversaciones en las que estás con un desconocido y cómo entablarías la relación. A menudo, lo que más cuesta en una conversación con un desconocido es el principio. Piensa en formas de acercarte para iniciar una conversación, imagina varias fórmulas para romper el hielo con un desconocido o una persona con quien no tienes demasiada confianza, y luego ensaya lo que vas a decir. Después, ponlo en práctica en tu vida. No te preocupes si no te sale exactamente como lo habías ensayado o si no te queda perfecto, siéntete orgulloso de haberte atrevido a probarlo. La próxima vez, seguro te saldrá mejor porque te resultará más fácil.
3. Busca oportunidades de relacionarte. Busca actividades donde puedas estar con personas que compartan tus intereses. Date tiempo para ir conociéndolas e ir tomando confianza. Si en tu caso la autocrítica desempeña un papel importante, pregúntate si serías así con tu mejor amigo y trátate como le tratarías a él.
4. Sé asertivo contigo mismo. Ello significa defenderte cuando deberías hacerlo, reclamando lo que quieres o necesitas, o expresarte cuando otra persona está hiriendo tus sentimientos. Sobre todo, sé tú mismo. Está bien que pruebes distintas formas de relacionarte o conversar usando las pautas que utilizan otras personas, pero haz y di lo que encaje con tu propia forma de ser. Atreverse a ser tal y como uno eso es lo que más atractiva hace a una persona.