Liderar en la igualdad, una cuestión también de educación
Fortalecer el liderazgo de la mujer en el mundo de la empresa sigue siendo una necesidad crucial. El Instituto Europeo de Igualdad publicó un informe en el que que concluyó que se necesitarán aún tres generaciones más para alcanzar el objetivo de igualdad entre hombres y mujeres.
Esta situación es preocupante en Europa, pero en otras regiones, como Latinoamérica, los avances en esta materia resultan bastante desalentadores. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la desigualdad de género en América Latina y el Caribe se traduce en una pérdida significativa de oportunidades personales y económicas.
Como señala la investigadora S. Sandberg en su libro “Lean In”, «la igualdad no se trata solo de números, sino de garantizar que todos tengan las mismas oportunidades para alcanzar su máximo potencial».
Hay que asegurar que las candidatas tengan la preparación y las habilidades adecuadas para el cargo. En este sentido, se debe priorizar la calidad sobre la cantidad. Las Naciones Unidas reiteran que «la igualdad de la mujer es progreso para todos» Cuando las mujeres prosperan, también lo hacen las empresas, los gobiernos y las sociedades. Relegar a la mitad de la población implica perder oportunidades de talento, competitividad y liderazgo.
Para fortalecer su participación, se pueden implementar diversas estrategias:
Establecer salarios en función del desempeño y no del género
Eliminar las diferencias salariales injustificadas entre hombres y mujeres fomenta un ambiente laboral donde todos trabajan más y mejor, saber que los esfuerzos serán recompensados de manera equitativa es una gran motivación. La economista Claudia Goldin dijo que «la remuneración debe reflejar el rendimiento, no el sexo», y yo estoy de acuerdo.
Solicitar currículos ciegos
Esto para eliminar sesgos en el proceso de selección. Los departamentos de recursos humanos deberían implementar currículos anónimos, eliminando nombres, géneros, fechas y lugares de nacimiento. Esta información, a menudo irrelevante, puede alimentar prejuicios inconscientes que distorsionan la evaluación de las cualificaciones profesionales y humanas de los candidatos.
Como afirma la psicóloga social Berdahl, «los sesgos implícitos pueden influir en la percepción de la competencia de una persona, independientemente de su capacidad real».
Impulsar programas de capacitación y liderazgo destinados a mujeres
La promoción de la formación en puestos de responsabilidad es crucial para detectar y apoyar a aquellas que, debido a la falta de tiempo o a la dificultad de conciliar su vida familiar y laboral, pueden ser reacias a desarrollar sus carreras. «la falta de confianza y la autoevaluación negativa pueden ser barreras significativas para las mujeres en el ámbito laboral» según Sandberg. Por lo tanto, es urgente descubrir su potencial y facilitar su promoción, formación y mejora en las habilidades de liderazgo.
Educación en la igualdad
Es esencial fomentar en las mujeres la educación en igualdad para sus hijos. Muchas veces las mujeres se autoevalúan y educan a sus hijas con expectativas más bajas que las que tienen para los hijos. Esta tendencia puede estar relacionada con la educación que recibieron para asumir un papel secundario en la sociedad.
Como señala la socióloga R. Connell, «las normas de género se transmiten de generación en generación, lo que perpetúa desigualdades estructurales». Es fundamental cuestionar y transformar este legado promoviendo una educación que empodere a las niñas y les enseñe a postularse con la misma determinación que los niños.
La psicóloga Carol Gilligan argumenta que «las voces de las mujeres han sido tradicionalmente silenciadas, lo que contribuye a la perpetuación de roles de género limitantes». Esta transmisión de valores y expectativas es en gran medida un legado materno, lo que nos lleva a cuestionar cómo estamos formando a las futuras generaciones.
Finalmente, es importante recordar que la justicia social implica reconocer y corregir las desigualdades estructurales porque al hacerlo, podemos avanzar hacia entornos más equitativos y justos para todos.