ESTRELLA FLORES-CARRETERO
MADRID

Soy psicóloga, profesora, empresaria y escritora, aunque no necesariamente por ese orden. Tengo tres novelas publicadas: «Duele la noche», «Piel de agua» y «Días de sal».

Duele la noche
Duele la noche

La nueva novela de Estrella Flores-Carretero

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El blog de Estrella

¿Tú también padeces ‘tsundoku’?

Por el 21/05/2017

En japonés existe una palabra para denominar la acción de comprar más libros de los que puedes leer: tsundoku.

COMPRAR-MAS-LIBROS-DE-LOS-QUE-PUEDES-LEER

Cualquiera que ame la lectura sabe lo difícil que es pasar de largo ante el escaparate de una librería y no detenerse a mirar las cubiertas, o entrar en la tienda solo para echar un vistazo y renunciar a comprar algo. Siempre está el último libro de ese autor del que leímos su primera obra, o aquel título tan sugerente, o aquella novela que la crítica ha puesto tan bien, o esa reedición que estaba agotada… La tentación es irresistible para las personas con adicción a la literatura.

Hay quien compra zapatos, muchos más de los que va a ponerse en el resto de su vida, y hay quien compra libros, muchos más de los que tendrá tiempo de leer, incluso aunque llegara a centenario. No estoy hablando de un trastorno de oniomanía, sino de un rasgo muy común entre los buenos lectores.

La ilusión por leer

Todos tenemos en casa libros que no hemos leído: un regalo, una oferta, una recomendación. No se nos ocurre tirarlos, porque conviven silenciosamente a nuestro lado esperando su turno y porque estamos seguros de que algún día tendrán su oportunidad.

Comprar más libros a pesar de todos esos que nos esperan es mantener la ilusión por leer. El lector apasionado compra convencido de que pronto podrá embarcarse en su afición. Para él, tener el libro elegido a mano es una garantía de que llegará ese momento sin obligaciones ni compromisos en que lo seleccionará de su biblioteca o de la pila de los que esperan su turno para ser leídos.

Estar aquejado de tsundoku no es lo mismo que comprar un pastel cuando acabamos de terminar una comida copiosa con la ilusión de que en cuanto hagamos la digestión nos entrará un suculento postre más, porque los libros no caducan (¡ni engordan!). Tampoco es igual que comprar ropa y más ropa porque es barata o porque nos hace ilusión, porque los libros no pasan de moda.

Es cierto que acumular cosas para más tarde no es lo ideal. Pero ¿cómo resistirse a la ilusión de empezar un nuevo libro? ¿Cómo renunciar a la emoción de adentrarse en la aventura de una nueva novela? Un libro es una promesa de placer que nos está esperando.

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