Reírse es bueno para la salud
Gracias a la ciencia, podemos conocer los efectos positivos de la risa en el cuerpo y en la psique. Hoy sabemos que reírse es bueno para la salud física y mental.
¿Qué ocurre en nuestro cerebro mientras nos reímos? La región izquierda de la corteza cerebral analiza todos los sucesos que pueden producir o no la risa; el lóbulo frontal, encargado de las respuestas emocionales, incrementa su actividad; el hemisferio cerebral derecho se encarga del entendimiento y la comprensión de la broma o el hecho gracioso en sí y, finalmente, las secciones motoras se ocupan de la respuesta física y sonora: la risa.
Pero una parte en especial parece ser fundamental en la risa y es el sistema límbico. Esta parte del cerebro resulta esencial en muchos de los comportamientos básicos que preservan la vida. En los humanos está relacionada con la motivación y el comportamiento emocional, además de hacer las conexiones necesarias para que la risa ocurra.
El sentido del humor mediante la risa produce una sensación de bienestar generalizado en el cuerpo y beneficia la salud a distintos niveles, tanto físicos como psicológicos. ¿Y cómo influye?
La risa y el sistema inmunológico
Los niveles de ciertas hormonas y anticuerpos en la sangre son mayores en las personas que sonríen. La risa mejora la circulación sanguínea y previene las enfermedades cardiovasculares; reduce la glucosa en sangre. Pacientes con dolores mejoran durante horas con solo un minuto de risas. Por eso, cinco o seis minutos de risa continua actúan como un analgésico natural.
La risa contra el estrés
Durante la risa se liberan hormonas de la felicidad (endorfinas), que calman tensiones, ayudan contra el estreñimiento, los dolores de cabeza y el insomnio. Cuando reímos generamos más adrenalina, lo que potencia la creatividad y la imaginación; el cerebro hace que el cuerpo segregue endorfinas, sedantes naturales similares a la morfina; esas segregaciones, que actúan como drogas naturales circulando por el organismo, resultan cientos de veces más fuertes que la heroína y la morfina, y no tienen efectos secundarios.
La risa como ejercicio físico
Con cada carcajada se ponen en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que solo se pueden ejercitar de este modo. Además de actuar como un masaje para la columna vertebral y las cervicales, que es donde, por lo general, se acumulan tensiones. Las personas que disfrutan de la risa son menos propensas a contraer enfermedades.
La risa puede suponer un camino para salir de una situación aparentemente insuperable o destensar relaciones. El filósofo John Morreall sostiene que el origen biológico de la risa humana puede estar en una expresión compartida de alivio tras pasar el peligro. La laxitud que sentimos tras reírnos puede ayudar a inhibir la respuesta agresiva, convirtiendo la risa en un signo de conducta que indica confianza.
Los psicólogos decimos que reír a carcajadas ofrece muchos beneficios a la salud: los músculos se relajan, el corazón late con más fuerza elevando la presión sanguínea, contribuye al buen estado de salud física y mental, además de ser un mecanismo de defensa contra la ansiedad y el estrés.
Afortunadamente, las investigaciones han demostrado lo que la sabiduría popular intuía, lo que hoy la ciencia demuestra: las emociones curan y reír es saludable.
Hagamos por reírnos y disfrutar de ello, porque podemos cambiar nuestro humor apoyándonos en la risa. Como decía Victor Hugo, «La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano». Hay un proverbio japonés que reza: «El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses». No perdamos la oportunidad.
